Elaborado por Carlos Camacho, líder de la iniciativa FAIR Fintech Lab e investigador del FAIR Center.
Es importante comenzar con una definición de lo que es fintech. De acuerdo con Fintech México, podemos definir, que es una industria naciente en la que las empresas usan tecnología para brindar servicios de manera eficiente, ágil, cómoda y confiable. La palabra se forma a partir de la contracción de los términos finance y technology en inglés.
Actualmente existe un gran apetito por invertir en el ecosistema fintech de México y de América Latina. Se estima que el sector de la región captó más de USD 6,093 millones en 2021, lo que representó el 39% del monto total de capital invertido en América Latina. Según CB insights, en su informe State of Fintech Global 2021, el fondeo fintech para América Latina alcanzó más de 300 acuerdos de financiamiento, principalmente con empresas recién fundadas. De igual forma, el número de fusiones y adquisiciones ha incrementado de manera significativa en el sector durante los últimos años.
Como resultado, según datos del último informe de "Fintech en América Latina y el Caribe” de Finnovista, México pasó de tener 180 emprendimientos fintech en 2017, a 512 en el año 2021, convirtiendo a nuestro país en el segundo ecosistema fintech más importante de América Latina con el 21% del total de emprendimientos fintech de la región, sólo por debajo de Brasil, que cuenta con 771 de estos emprendimientos al cierre de 2021.
Pero ¿qué es lo que hace tan atractivo a este segmento para los inversionistas? Si bien las finanzas y la tecnología son sectores interesantes por sí mismos, la sinergia que generan al combinarse provoca oportunidades de crecimiento exponencial basado en un mejor uso de los datos, aprovechando herramientas como la inteligencia artificial, los algoritmos de machine learning y un óptimo apalancamiento operativo.
Pero, de manera adicional, el sector fintech ha aprovechado que hoy en día se está dando un especial valor corporativo a las empresas que contribuyen en el ámbito social, ambiental y con una correcta gobernanza (ASG), y que se alinean con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). De manera que el énfasis de algunos emprendimientos fintech, por promover la inclusión financiera y por ofrecer servicios centrados en el usuario se ha vuelto un elemento de gran atractivo para los inversionistas interesados en este sector.
De acuerdo con el FAIR Center de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, la inclusión financiera es un elemento fundamental en los esfuerzos para reducir la pobreza y un importante habilitador para 8 de los 17 ODS y, en este sentido, en nuestro país hay aún mucho camino por recorrer. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, solamente el 49.1% de la población mexicana de 18 a 70 años (41.1 millones de personas) tiene una cuenta en un banco o institución financiera; 42.6% son mujeres y el 56.4% son hombres, lo que representa también una gran oportunidad para incentivar la equidad de género.
En contraste, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala que en México hay aproximadamente 91.7 millones de usuarios de telefonía celular, de los cuales nueve de cada diez disponen de un celular inteligente; y hay 88.6 millones de usuarios de internet, aunque, desafortunadamente, el 91.5% de estos lo utilizan para su entretenimiento.
Estos datos lo que nos muestran es la gran oportunidad que existe para aprovechar la tecnología móvil, ampliamente extendida en nuestro país, como facilitador para acercar los servicios financieros a una gran cantidad de personas actualmente desatendidas, lo cual es un campo fértil para el desarrollo de los emprendimientos fintech que busquen generar valor a través de promover una mayor inclusión financiera y para la atracción de inversiones en proyectos de innovación financiera en México.
Publicado originalmente en El Financiero.