Elaborado por Sergio Castellanos, líder en región Centro-Sur del FAIR Center de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
remesas constituyen una piedra angular para la economía de México, representando un salvavidas financiero para millones de familias. En 2023, el país recibió más de 63,319 millones de dólares en remesas (Ingresos por Remesas - (CE81)), un récord histórico que destaca la relevancia de estos recursos.
Sin embargo, sorprendentemente, la palabra “remesas” no aparece en los documentos de propuestas de los candidatos presidenciales para las elecciones de 2024. A pesar de la omisión, es crucial que el próximo presidente aborde este tema debido a su impacto en el bienestar y desarrollo de las comunidades mexicanas.
Las remesas son envíos de dinero que los migrantes en el extranjero mandan a sus familias en sus países de orígenes. En el caso de los migrantes mexicanos, la gran mayoría de remesas viene de Estados Unidos. Estos flujos financieros son vitales para muchas familias, ya que les permiten cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y servicios de salud. Además, las remesas contribuyen significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) del país y representan una fuente importante de divisas.
El impacto de las remesas va más allá del ámbito familiar. Estas transferencias también tienen el potencial, aun no alcanzado, de generar efectos positivos en la economía local, al aumentar el consumo y la inversión en pequeñas empresas, así como de aumentar el trabajo y los ingresos de emprendedoras y emprendedores mexicanos. Por lo tanto, es imperativo que el gobierno implemente políticas que maximicen los beneficios de estos recursos para las personas que los reciben y para sus comunidades.
De la mano de las remesas, surge un tema mucho más amplio y trascendental: la inclusión financiera. Esta se refiere al acceso que las personas tienen a servicios financieros útiles y asequibles, tales como cuentas bancarias, créditos, seguros y pagos digitales. La inclusión financiera es fundamental para el desarrollo económico y social, ya que permite a las personas gestionar mejor sus recursos, ahorrar, invertir y protegerse contra riesgos financieros.
En México, la inclusión financiera sigue siendo un desafío. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2021 (https://www.inegi.org.mx/programas/enif/2021/ ), al menos el 30% de la población adulta no contaba con un producto financiero formal, con brechas de género y geográficas preocupantes. En zonas rurales, el 44% de la población no tenía acceso a ningún producto financiero, siendo estas áreas comunidades vulnerables donde las remesas a menudo constituyen una de las principales fuentes de ingreso. Promover la inclusión financiera es, por tanto, una tarea crucial que debe ser abordada con urgencia.
Propuestas de los candidatos: una ausencia notable
A pesar de la importancia de las remesas y la inclusión financiera, los documentos de propuestas de los tres principales candidatos presidenciales no mencionan directamente estos temas. Sin embargo, en una lectura más extensa de las propuestas, se pueden conectar temas que indirectamente se relacionan o se ven impactados por las reservas.
Claudia Sheinbaum Pardo (https://claudiasheinbaumpardo.mx/proyectodenacionarchivo) destaca la importancia de las remesas y su impacto positivo en la economía mexicana, pero no ofrece políticas específicas para su gestión o aprovechamiento. Sin embargo, menciona la inclusión financiera y el emprendimiento como áreas clave, sugiriendo la necesidad de atraer inversiones que beneficien a los trabajadores mexicanos y promover la relocalización de cadenas productivas. Estas iniciativas podrían indirectamente fomentar un uso más estratégico de las remesas.
Jorge Álvarez Máynez (https://maynez.com.mx/propuestas/ ) no menciona directamente las remesas en sus propuestas. No obstante, su plan incluye la creación de un Fondo Nacional de Innovación para la Prosperidad y la promoción de un sistema de salud universal. Aunque estas propuestas no abordan directamente la inclusión financiera, pueden tener un impacto positivo al mejorar el bienestar económico de las comunidades receptoras de remesas y se podrían generar externalidades positivas al combinar todos estos elementos dentro de su plan de desarrollo.
El plan de Xóchitl Gálvez Ruiz (https://xochitlgalvez.com/propuestas/ ) incluye la creación de fondos de capital semilla y de garantía para apoyar el emprendimiento en comunidades indígenas y afromexicanas. También propone estrategias para aprovechar la relocalización de cadenas productivas.
Estas medidas podrían facilitar el uso de remesas como capital inicial para nuevos negocios y fomentar la inclusión financiera en comunidades marginadas.
La omisión de las remesas y la inclusión financiera en las propuestas de los candidatos refleja una desconexión preocupante entre la política y las necesidades reales de la población. La próxima o próximo presidente de México debe reconocer la importancia de estos temas y establecer una agenda clara y efectiva para abordar los desafíos y oportunidades que presentan.
Para fomentar la inclusión financiera, el gobierno debe implementar programas que faciliten el acceso a servicios financieros formales, especialmente en zonas rurales y entre comunidades vulnerables. Esto incluye la promoción de la banca digital y la educación financiera desde una edad temprana, entre otros. Estos programas ayudarán a que más personas puedan gestionar sus recursos de manera eficiente, ahorren y accedan a créditos y seguros.
Es fundamental aprovechar las remesas para el desarrollo local. Crear incentivos para que las remesas se utilicen en proyectos de emprendimiento y desarrollo comunitario puede tener un impacto significativo. Esto puede incluir la creación de fondos de inversión específicos y programas de asesoría para emprendedores, lo cual facilitará la inversión en negocios locales y el fortalecimiento de las economías regionales.
Mejorar la infraestructura financiera es otra prioridad. Fortalecer la infraestructura bancaria y de telecomunicaciones asegurará que todas y todos los mexicanos puedan acceder a servicios financieros básicos de manera eficiente y segura.
Esto implica la expansión de la red de sucursales bancarias, cajeros automáticos y la mejora de la conectividad digital en todo el país, pero, sobre todo, entender a las comunidades desde su cultura, tradición y necesidades, y así poder acercar los servicios financieros a ellas y no al contrario.
Las remesas y la inclusión financiera son temas de vital importancia para el desarrollo económico y social de México. A pesar de su omisión en los documentos de propuestas de los candidatos presidenciales, es crucial que el próximo gobierno les otorgue la prioridad que merecen. Implementar políticas efectivas en estas áreas no sólo mejorará el bienestar de millones de familias mexicanas, sino que también contribuirá al crecimiento y estabilidad económica del país.
La próxima administración tiene la oportunidad y la responsabilidad de crear un entorno donde las remesas y la inclusión financiera se conviertan en motores de desarrollo y prosperidad para todas y todos los mexicanos.