Elaborado por Enriqueta Martínez, investigadora del FAIR Center de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
México, como muchas otras naciones, ha experimentado un cambio acelerado en su panorama económico. Sin embargo, la cultura financiera no ha avanzado al mismo ritmo. La falta de educación financiera ha llevado a una generación de jóvenes “millennials” que, a menudo, se enfrentan a desafíos significativos en la gestión de sus finanzas personales. La ausencia de conocimientos sólido en temas como la elaboración de un presupuesto, ahorro en inversión, entre otros, conlleva a la generación de deudas innecesarias y a la falta de preparación para afrontar imprevistos.
Los milenials enfrentan retos específicos en el ámbito financiero, como las obligaciones en préstamos estudiantiles, la presión en compra de vivienda y la preparación para la jubilación, en un escenario de empleo cada vez más cambiante y que se va volviendo cada vez más vulnerable.
Por lo anterior, me permito dar algunas recomendaciones para hacer frente a este desafío:
1. Conoce tus finanzas: Entiende tu situación actual. Examina tus ingresos, gastos y deudas. Conocer tu punto de partida te permitirá establecer metas financieras realistas y medibles. Darte cuenta de todos los gastos hormiga que se acumulan en tu día a día, y que debes evitar. Para esto es muy recomendable registrar todos los gastos que realizas normalmente, durante un mes. Organizarlos y realizar una adecuada planeación.
2. Crea un presupuesto: El presupuesto es la herramienta fundamental para gestionar tus finanzas. Establece límites claros para tus gastos, asignando una parte para necesidades, ahorro y diversión. Seguir un presupuesto te ayuda a evitar deudas innecesarias y a construir una base sólida. Registrar tus ingresos y egresos totales, priorizando siempre tus gastos fijos y tratar de apegarte a dicho plan para poder tener un mejor control de tus finanzas.
3. Contempla ahorro para emergencias: Nunca se sabe lo que puede suceder, por lo que construir un fondo de emergencia es esencial. Establece un objetivo de ahorro equivalente de al menos de tres a seis meses de tus gastos mensuales. Esto te brindará seguridad financiera en caso de pérdida de empleo y otras emergencias inesperadas. Más vale siempre, tener un “colchoncito".
4. Invierte en educación financiera: No hay mejor inversión que dedicar tiempo a educarte y prepararte sobre inversiones, ahorros y gestión del riesgo. Economía y planeación financiera. Comprender los conceptos básicos te ayudará a tomar decisiones financieras informadas y a maximizar tus oportunidades de crecimiento económico a largo plazo. Asumir este reto será de gran ayuda para el desarrollo de habilidades en tu planeación personal.
5. Prioriza pago de deudas: Enfrentar la deuda es crucial. Prioriza el pago de deudas de alto interés y trabaja en la eliminación gradual de todas tus obligaciones financieras. Deja de seguir pagando solo el “saldo mínimo” ya que esto alarga el plazo de pago y el costo financiero, además esto liberará tu presupuesto/flujo de efectivo para metas más significativas, como invertir o comprar un bien inmueble y al mismo tiempo reducirá el estrés por tener este tipo de obligaciones.
6. Empieza la planificación para el retiro: Aunque puede parecer lejano y crees que es pronto para preocuparte por este tema, es importante empezar a ahorrar para tu retiro desde joven. La magia del interés compuesto juega a tu favor y cuanto antes comiences, mayor será tu fondo al jubilarte. Recuerda que el reloj corre de prisa.
7. Mantén un seguro de salud: La salud es lo primero. Y todos somos vulnerables. Asegúrate de contar con un seguro médico adecuado. Los imprevistos médicos pueden tener un impacto significativo en tus finanzas si no estás protegido. Entre más joven adquieras este seguro, menor será el costo.
8. Diversifica tus ingresos: En un mundo cambiante, la diversificación de ingresos es clave. Explora oportunidades de ingresos adicionales, como, inversiones y/o emprendimiento. La variedad de fuentes de ingresos reduce el riesgo financiero.
9. Pensar a largo plazo: Evita caer en la trampa del pensamiento a corto plazo. Las decisiones financieras que tomes hoy afectarán tu bienestar futuro. Mantén una visión a largo plazo y haz elecciones que puedan beneficiar tu estabilidad financiera a largo plazo, sin descuidar tu planeación de corto y mediano plazo.
10. Adáptate a los cambios: Lo único constante en la vida es el cambio, y lo mismo se aplica a tus finanzas. Sé flexible y adapta tu estrategia financiera a medida que tus metas y circunstancias personales van cambiando. Así mismo, debes mantenerte pendiente de los cambios en los mercados y las tendencias.
11. Bienestar mental y emocional: La preocupación constante por las finanzas puede tener un impacto negativo en el bienestar mental y emocional tanto el personal, como en el de las personas que te rodean. La planeación financiera adecuada puede reducir el estrés relacionado con el dinero y contribuir a una vida más equilibrada y saludable.
En conclusión: Preparar tus finanzas para un futuro incierto implica adoptar una mentalidad proactiva y establecer, desde ya, hábitos financieros sólidos. Con estas claves, los milenials pueden construir un camino hacia una tranquilidad financiera, independientemente de las incertidumbres que el futuro pueda presentar.