“Hay dos poderes en el mundo, uno es la espada y otro es la pluma. Hay un tercer poder que es más fuerte que ambos, el de las mujeres”.
Con esta frase de la activista Malala Yousafzai, el Mtro. Sebastián García Ruiz Velasco, investigador del FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Research de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey (FAIR Center), inició su participación en el foro legislativo "A cuatro años de la Ley Fintech en México, ¿qué sigue?", llevado a cabo en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el pasado 26 de octubre.
Organizado por la Coordinación de Economía y Competitividad de la Cámara, en el evento participaron representantes de instituciones como la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y empresas como White & Case y CryptoFintech, quienes discutieron los avances y oportunidades que ha detonado la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como “Ley Fintech”, aprobada el 20 de mayo de 2021.
García Ruiz Velasco detalló la discriminación y falta de apoyo que padecen sectores marginados por parte de las instituciones financieras, y más en específico, la batalla que libran las mujeres emprendedoras de Latinoamérica para conseguir fondos de financiamiento, particularmente aquellas que han evolucionado sus microemprendimientos y transitan hacia proyectos empresariales más bien pequeños y medianos.
Con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, "el 46% de las mujeres de 18 a 70 años cuenta con un ahorro formal, en comparación con los hombres que tienen una cifra de 56.4%, y solo el 31.75% del universo de mujeres cuenta con algún crédito. Estos datos reflejan la diferencia de oportunidades financieras presentadas para las mujeres en comparación a las que se presentan en los hombres de Latinoamérica".
Latinoamérica: primer lugar de emprendimiento femenino en el mundo, con mucho por hacer
Dentro de la presentación del García Ruiz Velasco, se precisó que, según Global Entrepreneurship Monitor 2020, las mujeres de LATAM ostentan orgullosamente el primer lugar de emprendimientos en el mundo. A pesar de este alcance, una revisión más minuciosa delata la dificultad que estas enfrentan para posicionar y crecer sus proyectos. En el centro de este fenómeno, está la brecha de financiamiento que padecen.
La brecha de financiamiento es la diferencia de acceso a capital de financiamiento que existe entre emprendimientos. Más específicamente, se conoce como Missing Middle a dicha brecha cuando separa las oportunidades de crecimiento entre las microempresas y las pequeñas y medianas (pymes). Aunque es un fenómeno mundial, estudios realizados por el FAIR Center han logrado revelar sus causas y características en la región LATAM y en concreto en México. A decir de García Ruiz Velasco, la brecha de crédito para microempresas es de cinco millones de dólares, en contraste con 93 millones de dólares destinados al financiamiento de pymes. Las microempresas y emprendimientos de LATAM necesitan captación de capital y, sobre todo, contar con financiamiento de instituciones financieras.
Para escalar el Missing Middle, las emprendedoras han encontrado mecanismos como el autofinanciamiento. Sebastián García compartió esta información según datos del estudio Emprendedoras en situación de Missing Middle y sus opciones de financiamiento, elaborado por el FAIR Center y ProMujer: las tres fuentes de recursos financieros a las que más recurren las mujeres mexicanas para sus emprendimientos son ahorros personales (52.07% de las encuestadas por el estudio), préstamos familiares (21.47%) y préstamo bancario (18.20%).
De las 745 mujeres encuestadas, además, el 42% nunca ha solicitado un crédito a ninguna institución financiera del país, pues el 70% busca financiamiento a través de diferentes colectivos individualizados. Finalmente, la enorme brecha del Missing Middle suele ser solventada con el uso de tarjetas de crédito.
“La discriminación es triste… encuentras muchas dificultades para las personas, pero en el sector financiero es mayor. Ellos no se fijan en las personas con discapacidad, personas trangénero, o las mujeres; todo ese tipo de personas son víctimas de discriminación”.- Palabras de una emprendedora de 52 años con un emprendimiento de 25 años, encuestada por el FAIR Center.
Finalmente, se evidencian cinco puntos clave para atender la problemática de la falta de financiamiento de las emprendedoras:
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Creación de espacios para mujeres
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Consultorías especializadas
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Programas de educación financiera para la adquisición de créditos
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Redes de apoyo para mujeres para el fortalecimiento de sus proyectos, así como empoderamiento de ellas mismas.
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Desarrollar servicios financieros flexibles y ajustados a las necesidades de capital de las emprendedoras
Para saber más, puedes consultar aquí el estudio Emprendedoras en situación de Missing Middle y sus opciones de financiamiento.